El insomnio me acecha como un cuervo a un cadáver,
Mi cuerpo necesita el descanso que ha ganado
Pero mi mente se rehúsa a abandonar la vigilia.
La imagen permanente de un instante vivido,
Ha irrumpido en el campo de mis sueños,
Llenando todo de alegría e incertidumbre.
No puedo dejar de pensar si fue un sueño o una pesadilla,
No puedo aparte de mí,
No puedo siquiera pensar en otra cosa,
No puedo recordar el calor de un abrazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario