sábado, 20 de noviembre de 2010

Simplemente vos

Para que regalarte mil rosas,
Si mil rosas ya te han regalado,
No quiero ser el artista de un falso cuadro,
Mucho menos saber que otro lo ha pintado… y allá voy…

Pero mi corazón es fuerte y lo demuestra,
Regalándote amor en una noche de mil estrellas,
Y no son vagos lo recuerdos del que recuerda,
Porque ardimos en el cielo y desaparecimos como un cometa.

No lo niego, soy nefasto e incrédulo,
Esclavo del reloj de la muerte,
Con aspecto de duro, gestos de malevo,
Sonrisa de varón y mirada de obsecuente,
Pero cuando tus manos rozan el sonido de mi nombre,
Me quiebro como un cristal frágil y tierno,
Como ese delicado sonido de un trueno,
Como esa tormentosa furia de un lago… y allá voy…

Porque seré cobarde por esconderme,
Pero no seré cobarde por quererte…
Ni seré prisionero de un impulso contenido,
Mucho menos del cielo color nube, espejo de tu piel,
Simplemente romperé estas vestiduras que me atrapan,
Donde verás agua de mis ojos caer.

Y si el dolor de tus lágrimas ayer me golpearon,
Como estocadas finas llenas de pasión,
Ven a mis brazos… de prisa,
Que el sol no quema y mucho menos el amor.

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