jueves, 20 de enero de 2011

Sólo en soledad

Sólo en soledad pude entender el significado de tanto,
Comprendí el “por qué?” de muchas otras cosas,
Exploré lo más oscuro de mis sentimientos y me dejé llevar entre sueños eternos…
Sólo en soledad sentí ese frío siniestro del estar solo,
De amanecer entre penumbras del alma,
Claudicando ante el vil llamado de la vida por encontrar el significado del todo…
Sólo en soledad las respuestas llegaron a mí,
Despejaron la niebla de guerra de lo que pudo ser,
Alertaron mi existencia entre el precipicio de amar y el de morir errante en la noche…
Sólo en soledad descubrí la violenta seducción de los cuerpos,
El descaro hipócrita al decir la verdad con los ojos cerrados,
La osadía fétida de tus palabras insulsas cargadas de dulce veneno sutil…
Sólo en soledad asumí el valor de lo etéreo,
Entre un caucásico amanecer confuso de afectos,
La bruma de la noche en el muelle de los corazones rotos nos invita a soñar…
Sólo en soledad me di permiso de llorar y sentirme inerte,
Pues di pasos en una cuerda floja firme,
Me pregunto cómo es que me extravié navegando en el tiempo…
Sólo en soledad retornará la inocencia del mago,
El canto de la noche me devolverá la virtud de escuchar,
Posando en mi triste almohada la esperanza que nunca va a llegar…
Sólo en soledad entendí que te amo,
Y que el miedo ilusorio que apuñalaba mi valentía,
Se desvaneció a mi regreso… en tus brazos… con la llegada de un nuevo día…
Pero sólo pude comprenderlo… solo… en soledad…

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